Los venenos en la mitología y la religión.

"Los hechos históricos están ocultos en la leyenda, que no es una invención arbitraria sino una deformación o magnificación de la realidad".
Jorge Luis Borges

"El país que no tenga leyendas está condenado a morir de frío. Pero el pueblo que no tenga mitos está ya muerto".
Georges Dumezil, historiador francés (1898-1986).

 

Un Mito puede definirse como un relato generalmente fantástico, pero en el caso de las sociedades arcaicas, el término designa más específicamente el relato de un acontecimiento que es caracterizado por una serie de rasgos que a continuación se detallan:

En primer lugar, el mito es un acontecimiento cuyo desarrollo no se lo considera enmarcado en el tiempo que constituye la historia, sino en un tiempo que en algún sentido, es anterior al tiempo mismo.

En segundo lugar, se trata de un acontecimiento considerado como fundamental o explicativo, en el sentido de que constituye la razón de ser y proporciona la explicación de una realidad natural o humana, y cuya existencia puede ser constatable aún en la actualidad.

Por último, los protagonistas de estos acontecimientos no son seres humanos semejantes a nosotros sino sobrehumanos. Dioses en su mayoría; a veces animales, o bien hombres poseedores de una esencia particular.

Es obvio que sus acontecimientos no tienen la misma naturaleza que los acontecimientos históricos. En principio, no son menos reales o auténticos que éstos, pero sus realidades no vienen confirmadas por ningún testimonio ni por ningún documento.

Como los mitos se refieren a un tiempo y un lugar extraordinarios, y a dioses y procesos sobrenaturales, han sido considerados usualmente como aspectos de las religiones. Sin embargo, como su naturaleza es totalizadora, los mismos pueden iluminar muchos aspectos de la vida individual y cultural.

En la herencia griega recibida por occidente, el mito o mythos siempre ha estado en conflicto con la razón o logos, que significaba el modo analítico y racional de llegar a una visión verdadera de la realidad.

Los mitos no son por tanto imaginarios sino imaginados, y por tal motivo no fueron objeto de la ciencia, sino de la creencia.

A través de la historia, las múltiples culturas humanas han otorgado a las divinidades formas variadas y diferentes. Tanto como sus enseñanzas.

Y si tenemos en cuenta las distinciones entre la razón, el mito y la historia; aunque fundamentales, debemos concluir que estos límites nunca han sido absolutos.

Los mitos entonces, que presuponen una cuidadosa elaboración del mundo por parte de los distintos pueblos que los crearon, remiten en gran medida al veneno o a la pócima como un elemento de uso casi cotidiano por múltiples divinidades.

Por ello es que podemos rescatar para nuestro trabajo, múltiples pasajes donde se citan la utilización de venenos por parte de los dioses.

Sus finalidades fueron variadas y antojadizas. Como ellos.

Sus efectos dependieron de quién los diera y quién los recibiese.

Para los mortales, a veces representaron una enseñanza.

Mostremos algunos ejemplos de usos y padecimientos de venenos en el plano celestial:

Volver