CONCLUSIONES

  • Toda catástrofe de causa química implica múltiples víctimas entre las cuales se encontrarán casos involucrados con ataque de pánico.

  • La única forma de minimizar la aparición de estos casos es contar con un plan de contingencia y frente al hecho, brindar la asistencia adecuada.

  • La tarea de prevención implica detectar previamente los riesgos químicos en el lugar de trabajo (planta industrial, área geográfica, etc.), y formar brigadas que tengan un plan permanente de entrenamiento.

  • Dicho entrenamiento debe contar con la capacitación acerca de la conducción para evitar ataques de pánico y la contención en caso de que ocurriesen.

  • Una vez pasado el desastre, evaluar lo actuado, establecer conclusiones y redimensionar los planes de contingencia hasta ese momento vigentes.

  • Con relación a los ataques de pánico, una vez detectados los casos, éstos podrán requerir en el período agudo del tratamiento psicofarmacológico, y posteriormente, para aliviar la ansiedad y el estrés post-traumático se puede recurrir al trabajo cognitivo que modificará las erróneas interpretaciones de las experiencias en catástrofe.

  • La cognición del síntoma es importante para aliviar los niveles de temor y ansiedad en aquellos pacientes que como secuela, padecerán estrés post-traumático.

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