Aproximación epidemiológica al consumo de drogas y alcohol en la población concurrente al Centro Carlos Gardel de asistencia en adicciones
por Abel Agüero, Gloria Blanco, Karina Dabul, Osvaldo Damiani, Carlos Herbón, Gustavo Hurtado, Mario Kameniecki, Lucrecia Laner, Patricia Meyriale, Norma Morales, Jorge Peré Vignau, Héctor Pérez Barboza, Silvia Quevedo, Adriana Testa, Gustavo Zbuczynski.

Resumen

El trabajo que ofrecemos representa un aspecto relevante de las actividades que desarrolla el Centro Carlos Gardel de Asistencia en Adicciones de la Secretaría de Salud del G.C.B.A. Depende de la División Àrea Programática del Hospital General de Agudos Ramos Mejía, y es un efector de la Red Metropolitana de Servicios en Adicciones (RMSA) de la Dirección General de Salud Mental. Sus caracterìsticas son las de un servicio con accesibilidad y amigabilidad, conceptos cuyo desarrollo excede los lìmites de esta comunicación.

Se trata de un estudio epidemiológico de toda la población asistida en el Centro durante el período 2002-2004 -tres años- que incluye 662 casos.
El Centro, creado hace más de 12 años, se dedica específicamente a la atención ambulatoria de personas con problemas vinculados al uso de sustancias psicoactivas (SPA), sus familiares y / o referentes sociales.
El propósito de este estudio se articula con la necesidad de contar con datos concretos sobre el uso SPA en la población que consulta en el Centro; primariamente, la del Àrea Programática, pero, en virtud de su especificidad, la demanda se amplìa y proviene de otras zonas de la ciudad y aún de la Provincia de Buenos Aires.

Las variables que se presentan expresan los patrones de consumo de estas personas (tipo de tòxico, combinaciones de sustancias, dosis, frecuencia, vías de administración) y algunas características sociales asociadas a los mismos. Su objetivo es conocer estos rasgos en la población que es atendida asì como sus perfiles socio-educativos y de consumo. Los datos forman parte de la ficha epidemiológica- clìnica- social del Programa de Drogadependencias creado por la Resolución 530/97, de la Secretaría de Salud del G.C.B.A. Se aplicó durante el período 2002-2004 y contiene información sobre toda la población asistida en el Centro Carlos Gardel durante ese lapso. Esta herramienta metodològica está conformada por un conjunto de indicadores que permiten conocer las características de la población asistida en un servicio de asistencia específica para personas con problemas vinculados al consumo de drogas y alcohol. La ficha epidemiológica se aplicò durante el proceso de admisión de consultantes. Su contenido se vuelca a una base de datos permanentemente actualizada.

Entendemos que esta investigación aporta información que, junto con su análisis y conclusiones, contribuye a orientar el diseño de políticas públicas y planes preventivo-asistenciales en materia de drogadependencias coherentes con la realidad y basados en una información veraz.

Abstract

This work presents a relevant aspect of the activities carried out by the “Carlos Gardel” Center of Assistance for Addictions belonging to the Health Secretariat of the G.C.B.A. It is part of the Division of the Programmatic Area of the Hospital General de Agudos “Ramos Mejía”, and it is an effector of the Metropolitan Web of Drugs Assistance (RMSA) of the Mental Health General Direction. The service is characterized by its accessibility and friendliness, concepts that go beyond the limits of this paper.

Our work involves an epidemiological study of all the population assisted at the Center within three years (2002-2004), and it includes 662 cases. The Center, which was created more than twelve years ago, is specifically devoted to the ambulatory assistance of people using psychoactive substances (SPA), their relatives and/or social referents.

Our aim is connected with the need of obtaining precise data about the SPA use in the population that comes to the Center; in the first place, we will be dealing with that of the Programmatic Area, but since this is very specific, the need for it is growing and comes from other areas of the city and even of the Province of Buenos Aires.

The variables presented express the patterns of consumption of the people (of a toxic type, substances combined, dose, frequency, ways of administering them) and some of their social characteristics. The aim is to get to know these features in the population who receives assistance, as well as their socio-educational profiles and their patterns of consumption. The data are part of the epidemiological, clinical and social record of the Program for Drug Addiction created by the 530/97 Resolution of the Health Secretariat of the G.C.B.A. It was applied from 2002 to 2004, and it contains information about all of the population assisted in “Carlos Gardel” Center during that time. This methodological tool consists of a series of indicators which enable us to know the characteristics of the population assisted in a specific Center aimed at people with problems of drug consumption and alcoholism. The epidemiological record was applied during the process of admission. Their content is later transferred to a data base which is always updated.

We understand that this research may offer information that, together with its analysis and conclusions, will contribute to orientate the guidelines for public policies and preventive and assistance plans in the area of drug addictions, appropriate for our reality and based on true information. 

Palabras clave

Drogadependencias.Epidemiologìa.

Key words

drug addictions, epidemiology.

La investigación que ofrecemos representa un aspecto relevante de las actividades que desarrolla el Centro Carlos Gardel de asistencia en adicciones de la Secretaría de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El mismo depende de la División Área Programática del Hospital Ramos Mejía, como efector de la Red Metropolitana de Servicios en Adicciones (RMSA) de la Dirección de Salud Mental. Se trata de un estudio epidemiológico de toda la población asistida en el Centro durante el período 2002- 2004, - tres años- , que incluye 662 casos.

El Centro, creado hace más de 10 (diez) años, se dedica específicamente a la atención de personas con problemas vinculados al uso de sustancias psicoactivas (SPA), sus familiares y/o referentes sociales. En la modalidad de tratamiento ambulatorio ampliado, brinda asistencia individual psicoterapéutica y psiquiátrica, grupal, familiar y cuenta también con talleres colectivos; lleva adelante intervenciones preventivas en áreas de educación, en instituciones comunitarias y barriales. Desarrolla además actividades docentes de capacitación y formación clínica y preventiva destinada a profesionales integrantes de equipos de salud y miembros de la comunidad.

Como expresamos, depende de la División Área Programática del Hospital Ramos Mejía conducida por el Dr. Abel Agüero y, como efector de la RMSA, de la Dirección de Salud Mental de la Secretaría de Salud

El propósito de este estudio se articula con la necesidad de contar con datos concretos para efectuar precisiones sanitarias, epidemiológicas y también socioantropológicas que permitan esclarecer los patrones de uso de las sustancias psicoactivas en la Ciudad de Buenos Aires, el perfil de la población que las consume y, fundamentalmente, modificar ciertas reacciones que la representación social acerca de la droga y de quienes la utilizan llevan inevitablemente al fracaso de las políticas de prevención sobre el uso de sustancias psicoactivas (SPA). La población que consulta con el Centro es primariamente, la correspondiente al área programática , pero además concurren personas de otras zonas de la ciudad y aún de la provincia de Buenos Aires (1). Esto responde a diversas razones entre las cuales mencionaremos las siguientes: el sistema público de salud cuenta con escasos efectores para la atención de los problemas relacionados con el abuso y dependencia a las drogas y en algunas áreas programáticas los hospitales o centros de salud no poseen profesionales capacitados en la atención de estas personas. Por otra parte, circulan durante la jornada diurna aproximadamente 3 millones de personas procedentes del conurbano bonaerense pero que desempeñan algún tipo de actividad laboral en la ciudad; muchas de ellas se asisten en los hospitales y centros de salud locales. Esto es válido también para la asistencia de las drogadependencias.

Los resultados del estudio expresan los patrones de consumo de estas personas ( tipo de SPA, combinaciones, dosis, frecuencia, vías de administración) y algunas características sociales asociadas a los mismos. Su objetivo es conocer estos rasgos en la población que es atendida en el centro, sus perfiles socio-educativos y de consumo, es decir, poder conocer estas variables en aquellos que accedieron a un tratamiento. Así, efectuamos un análisis de la población que demandó asistencia y encontró una respuesta en el sistema de salud (fundamentalmente, la accesibilidad).Pensamos que ésto posibilitará determinar algunos de los problemas que plantean la oferta de tratamiento y la de contar con instancias “amigables” que posibiliten el acceso a la atención de esos problemas de salud en la población. En la medida que falta la investigación en este campo resulta difícil comparar los datos obtenidos con los patrones sociales y de consumo del conjunto de la población, y especialmente de la que no contacta con el sistema sanitario. Por consiguiente las preguntas: ¿estos datos son representativos de las características del consumo de drogas en la población que no contacta con el centro? , o ¿la población que no consulta con el sistema de salud se caracteriza por presentar variables sociales o patrones de uso que no posibilitan la accesibilidad al mismo?, aún no podemos responderlas. Tampoco se difunde la información sobre la oferta asistencial, - nos referimos a información con características similares a las que ofrecemos- , del subsector de las obras sociales y del privado como para tener un panorama más amplio de la situación y poder efectuar comparaciones.

El presente trabajo tomó en cuenta la edad de inicio del consumo, la sustancia de inicio, la frecuencia y vías de administración, variables sociales y de educación, tratamientos anteriores, procedencia, el consumo que motiva la consulta y que lo preocupa, la sustancia que condujo a la demanda, -entre otras variables- .

Entendemos que esta investigación aporta un material valioso que junto con su análisis a la hora de necesitar datos para conocer la situación ( diagnóstico) del abuso de drogas en la ciudad contribuye a orientar el diseño de políticas públicas y planes preventivo asistenciales coherentes con la realidad y basados en una información veraz.
(1) Recordamos que se entiende por Área Programática al área geográfica donde un efector de salud tiene la responsabilidad de la misma respecto de sus vecinos. En el caso del Hospital Ramos Mejía ella se extiende desde la Avenida 9 de Julio hasta Boedo-Bulnes y desde Córdoba a Garay. El Centro Carlos Gardel se encuentra en la actualidad emplazado en la esquina de Sarmiento y Agüero en el barrio del Abasto.

Metodología

El instrumento que se utilizó para el registro de los datos que se presentan en este trabajo es la ficha epidemiológica del Programa de Drogadependencias del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires creado mediante la Resolución 530/1997 de la Secretaría de Salud. La ficha es la que le corresponde a los efectores de la Red Metropolitana de Servicios en Adicciones (RMSA) dependiente de la Dirección de Salud Mental.

Se aplicó durante el período 2002-2004, y contiene información sobre toda la población atendida en el Centro Carlos Gardel en ese lapso. Entendemos por población asistida a todas las personas que consultaron en el centro con apertura de historia clínica. Estos casos no incluyen las entrevistas de orientación a padres o parejas que consultan por un hijo o cónyuge respectivamente en las cuales no se confecciona historia clínica hasta tanto se evalúe la indicación o no de un tratamiento, tampoco las entrevistas de familia o pareja en los tratamientos individuales en curso, ni las intervenciones de prevención.

Esta ficha está conformada por un conjunto de indicadores que permiten conocer las características de la población asistida en un servicio del sistema público de salud dedicado en forma específica a las personas con problemas vinculados al consumo de drogas y alcohol. Así, se accede a una información que sirve para orientarse en la elaboración un diagnóstico de situación.

La información así obtenida nos brinda datos de la población que contacta con el sistema sanitario para consultar o demandar un tratamiento. No se trata de los datos del consumo de sustancias psicoactivas (SPV) en la ciudad, como ya señalamos en la introducción, sino de aquellos que demandan asistencia. El formato de esta ficha epidemiológica posibilita el diseño de una base para el ingreso de datos. La ficha fue aplicada y llenada por los profesionales del centro durante el proceso de admisión de pacientes. Su contenido se vuelca a la base de datos y a partir de la misma se confeccionan gráficos y se procede al cruce de variables con el objeto de obtener conclusiones. Se aplicaron a la totalidad de pacientes en tratamiento bajo cualquier modalidad (psiquiátrica, psicoterapia individual o grupal). Incluimos también, datos nacionales de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR) y del programa de VIH-SIDA de la ciudad ( GCBA) a los fines de comparar la información.

Características sociodemográficas de los pacientes asistidos en el Centro Carlos Gardel

3.1.- Distribución de pacientes asistidos por sexo

La distribución por sexo de la población de casos asistidos por agentes del Centro Carlos Gardel continúa presentándose con un perfil bastante similar a la media histórica. El 80 % de las consultas por consumo son efectuadas por personas del sexo masculino (ver Gráfico 1 y Cuadro 1). Estas son cifras que concuerdan con la generalidad de los registros epidemiológicos de otras ciudades y países.

Estos indicadores, incluso, son similares a los resultados obtenidos en el Primer Estudio Nacional en Pacientes en Centros de Tratamiento, Argentina – 2004, recientemente publicado por el Área de Investigaciones de la Secretaria para la Programación de la Prevención de la Drogadicción y de Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), donde se observa que casi el 77 % de los pacientes asistidos en todo el país en centros o dispositivos específicos son de sexo masculino (ver Gráfico 2). Tal desproporción en la distribución por sexo sólo se revierte frente a las consultas por consumo abusivo de psicofármacos, en donde el 75 % corresponde a sujetos femeninos.

Cuadro 1: Casos totales por sexo (porcentaje)

Sexo Porcentaje
Masculino 80 %
Femenino 20 %

Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período: 2002-2004

Gráfico 1: Casos totales por sexo (porcentaje)
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período: 2002-2004

Gráfico 2: Sexo de los pacientes en tratamiento (porcentaje)
Fuente: Primer Estudio Nacional en Pacientes en Centros de Tratamiento, Argentina – 2004, SEDRONAR
Casos: 148.124 (1.717 sin información)
Período: 2004

3.2.- Distribución de pacientes asistidos por estado civil
El 58 % de los pacientes asistidos son solteros (ver Gráfico 3 y Cuadro 2). Si a ellos les sumamos los separados, los divorciados y los viudos, vemos que el 73 % se encontraban al momento de la realización del presente estudio sin pareja estable. Los casados o unidos libremente representan poco más de un cuarto de la muestra total. Estas cifras tienen cierta variación, aunque poco significativa en relación al Primer Estudio Nacional en Pacientes en Centros de Tratamiento, Argentina – 2004 (ver Gráfico 4).

Esto se correlaciona claramente con los índices relativos a las franjas etáreas registrados entre la población de usuarios de drogas que demandan algún tipo de asistencia, donde vemos que el grupo mayoritario se encuentra entre los menores de 30 años.

Cuadro 2: Casos totales según estado civil (porcentaje)

Estado                                                  Civil
Porcentaje

Soltero                                                 58%
Casado                                                16 %
Separado                                               8 %
Divorciado                                              5 %
Unión libre                                           11 %
Viudo                                                    2 %
Se ignora                                             0 %

Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período: 2002-2004

Gráfico 3: Casos totales según estado civil (porcentaje)
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período: 2002-2004

Gráfico 4: Situación conyugal de los pacientes en tratamiento
Fuente: Primer Estudio Nacional en Pacientes en Centros de Tratamiento, Argentina – 2004, SEDRONAR
Casos: 147.502 (2.339 sin información)
Período: 2004

3.3.- Distribución de pacientes asistidos por edad
Las personas en tratamiento por problemas relacionados con las drogas en el Centro Carlos Gardel son principalmente jóvenes y adultos jóvenes (ver Gráfico 5). El 72 % tiene menos de 35 años, algo similar a lo que se registra en el Primer Estudio Nacional en Pacientes en Centros de Tratamiento, Argentina – 2004, en donde este porcentaje es apenas superior en poco menos de tres puntos (ver Cuadro 3).

Gráfico 5: Casos totales según edad (porcentaje)
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período: 2002-2004

Cuadro 3: Edad de los pacientes en tratamiento (porcentaje)

Edades
Porcentaje
Hasta 14
9.6 %
15 a 19
36.1 %
20 a 24
12.8 %
25 a 29
8.8 %
30 a 24
7.4 %
35 a 39
5.7 %
40 o más
19.6 %

Fuente: Primer Estudio Nacional en Pacientes en Centros de Tratamiento, Argentina – 2004, SEDRONAR
Casos: 149.512 (329 sin información)
Período: 2004

3.4.- Distribución de pacientes asistidos por nivel de instrucción
El 90 % de los usuarios de drogas asistidos en el Centro Carlos Gardel tiene un nivel de instrucción que va desde la primaria completa (44 %) hasta el terciario completo (5 %). Destacándose la alta incidencia entre quienes tienen el terciario incompleto (26 %). Los profesionales representan tan sólo al 1 % del total de casos asistidos.

La mayor franja se concentra entre aquellos que tienen la primaria completa (38 %) o secundaria completa (17 %). Sólo el 10 % tiene la primaria incompleta, no registrándose caso alguno sin ningún nivel de instrucción (ver Gráfico 6). Cuando analizamos el porcentaje de la población que consulta por drogas con relación a su nivel de instrucción, comienzan a hacerse fuertes los cuestionamientos de los estereotipos prejuiciosos que imperan en el imaginario social. No se trata ni de analfabetos ni de ignorantes. La media del nivel de instrucción de los consultantes está por encima de la media poblacional en este punto.

Aquí se evidencia una diferencia significativa respecto del Primer Estudio Nacional en Pacientes en Centros de Tratamiento, Argentina – 2004, en donde tres cuartas partes de los pacientes no han concluido el estudio de nivel medio (ver Cuadro 4).

Gráfico 6: Casos totales según nivel de instrucción
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período: 2002-2004

Cuadro 4: Nivel de instrucción de los pacientes en tratamiento (porcentaje)

Nivel de instrucción
Porcentaje
Sin instrucción                                             2.4 %
Primario incompleto                                      16.2 %
Primário completo                                        18.9 %
Secundario incompleto                                 37.4 %
Secundario completo                                   16.4 %
Terciario/universitario inc.                               4.7 %
Terciario/universitario comp.                      4.3 %

       
Fuente: Primer Estudio Nacional en Pacientes en Centros de Tratamiento, Argentina – 2004, SEDRONAR
Casos: 148.931 (455 sin información)
Período: 2004

3.5.- Distribución de pacientes asistidos por procedencia
Respecto de la procedencia (lugar de residencia) de los pacientes considerados en esta muestra se refuerza lo que encontráramos en otras anteriores: El 84 % de los usuarios de drogas asistidos en el Centro Carlos Gardel son ciudadanos porteños o que viven en nuestra Ciudad (Ver Gráfico 7).

Esto favorece la ruptura con la representaciones sociales que se sostienen en el estereotipo que las drogas en nuestra ciudad son patrimonio de colectividades de ciudadanos de países vecinos, en especial de peruanos, paraguayos o bolivianos, quienes representan tan solo el 1 % de los casos asistidos.

Nos sigue pareciendo sumamente relevante el hecho de contar con un instrumento que nos permita reconocer como argentinos –y más precisamente como porteños- a la inmensa mayoría de los usuarios de drogas que consultan, ayudándonos a despejar de este modo uno de los estereotipos discriminatorios más extendidos entre los comunicadores sociales que abordan la temática.

Gráfico 7: Casos totales según procedencia (porcentaje)
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

3.6.- Distribución de pacientes asistidos por ocupación laboral
Al analizar el porcentaje de la población que consulta por problemas vinculados con el consumo de drogas con relación a su ocupación laboral o estudiantil se refuerzan nuevamente nuestras controversias con los estereotipos discriminatorios que imperan en el imaginario social. Otro mito estigmatizador se derrumba: el que homologa al adicto con el vago, el ocioso y el desocupado. El análisis de los datos obtenidos entre las personas asistidas nos señala que el 31 % de las consultas la realiza gente con un trabajo estable, un 24 % sub-ocupada y un 10 % son estudiantes; quedando reducida a un 30 % la población desocupada.

Esto es, el 64 % de las consultas la realizan personas ocupadas parcial o plenamente y estudiantes (ver Gráfico 8). Lo que coincide con el Primer Estudio Nacional en Pacientes en Centros de Tratamiento, Argentina – 2004, que también registra que dos tercios de los pacientes en tratamiento en todo el país son personas jóvenes con necesidades económicas observables a partir de la tasa de actividad y con inserción laboral o educativa (ver Cuadro 5).

Gráfico 8: Casos totales según ocupación (porcentaje)
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

Cuadro 5: Situación laboral de los pacientes en tratamiento (porcentaje)

Nivel de instrucción
Porcentaje
Trabaja a tiempo completo            16.1 %
Trabaja esporádicamente                    8.7 %
Desempleado                                   19.0 %
Estudiante                                       21.1 %
Ama de casa                                   17.2 %
Jubilado o pensionado                        4.7 %
Trabaja a tiempo parcial                     4.3 %


Fuente: Primer Estudio Nacional en Pacientes en Centros de Tratamiento, Argentina – 2004, SEDRONAR
Casos: 148.166 (1.675 sin información)
Período: 2004

3.7.- Distribución de pacientes asistidos por estructura familiar
Al considerar la variable estructura familiar de los pacientes que consultan por consumo de drogas, nos encontramos nuevamente con indicadores que demuestran lo engañoso de los estereotipos que prevalecen en la sociedad.

El análisis de los datos obtenidos entre los consultantes al Centro Carlos Gardel nos marca que más del 55 % de las consultas por asistencia las realizan usuarios de drogas que conviven con su familia de origen (ver Gráfico 9). Este porcentaje desciende al 48 % al considerar sólo la población femenina asistida (ver Gráfico 10).

Quienes viven en pareja, ya sea con una familia de alianza o con un núcleo conviviente representan a otro 34 % del total de las consultas.

Así vemos que casi el 90 % de las consultas la realizan usuarios que mantienen un lazo con su familia.

Gráfico 9: Casos totales según estructura familiar (porcentaje)
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

Gráfico 10: Casos totales según estructura familiar por sexo
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

4.- Características del consumo de sustancias psicoactivas entre los pacientes asistidos en el Centro Carlos Gardel

4.1.- Distribución de pacientes asistidos por droga de inicio

En esta oportunidad incorporamos el estudio de la droga de inicio en el consumo. Si bien las tres sustancias que aparecen como las más significativas vuelven a ser –al igual que al evaluar las drogas consumidas actualmente- la marihuana, el alcohol y la cocaína, varía la incidencia de cada una de ellas, siendo las dos primeras más significativas que la tercera. Así, observamos que la marihuana es referida como droga de inicio en el consumo por casi la mitad de los casos (48 %), mientras alcohol lo es por el 35 % y la cocaína sólo por el 15 % (ver Gráfico 11). El resto de las sustancias psicoactivas en raras ocasiones aparecen como drogas de inicio en el consumo.

Al analizar la droga de inicio por sexo vemos que las mujeres refieren en un 47 % de los casos como droga de inicio de su consumo al alcohol (ver Gráfico 12), apareciendo la marihuana en segundo lugar con el 32 % de los casos; mientras que los hombres refieren como sustancia de inicio a la marihuana en un 51%, apareciendo el alcohol en segundo lugar con el 31 % (ver Gráfico 13). La cocaína es referida en tercer lugar en ambos sexos, pero mientras que las mujeres la señalan en el 10 % de los casos, en los hombres este porcentaje asciende al 16 %.

Gráfico 11: Casos totales de consultas por droga de inicio
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

Gráfico 12: Casos femeninos por droga de inicio
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 132
Período 2002-2004

Gráfico 13: Casos masculinos por droga de inicio
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 530
Período 2002-2004

4.2.- Distribución de pacientes asistidos por sustancia de la que abusa o depende

Las sustancias de las que abusan y por las que principalmente consultan los pacientes asistidos en el Centro Carlos Gardel son, en el siguiente orden, la cocaína (32 %), el alcohol (29 %), la marihuana (25 %) y la pasta base (7 %) (ver Gráfico 14). Una considerable mayoría (57,40 %) consumen abusiva y simultáneamente más de una sustancia psicoactiva.

Al comparar las sustancias de las que se abusa o depende por sexo, vemos que en las mujeres (ver Gráfico 15) el alcohol aparece en primer lugar (46 %), manteniéndose lo que se refería en relación a la droga de inicio para ellas. Aquí, cuando se interroga sobre la droga que más problemas le ocasiona su abuso, la marihuana (21 %) desciende casi un 10 % mientras que la cocaína (19 %) aumentan casi en la misma proporción. Por su parte, en los hombres (ver Gráfico 16), la sustancia que aparece como la más problemática en las consultas es la cocaína (37 %), mientras que la marihuana y el alcohol son referidos prácticamente en forma similar por un cuarto de los asistidos. Un dato significativo es el que se obtiene al comparar la incidencia de los psicofármacos como droga de abuso en ambos sexos: en las mujeres es referido casi por un 10 % de las pacientes, mientras que en los hombres su presencia es insignificante. Vemos que en relación a las drogas que se consumen, la cocaína y el alcohol –que están presentes en la mayoría de las combinaciones- son las sustancias psicoactivas que más problemas asociados a su consumo presentan (ver Gráfico 14), seguidos por la marihuana.

Gráfico 14: Casos totales de consultas por sustancia de la que abusa o depende
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

Gráfico 15: Casos femeninos por droga de abuso
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 132
Período 2002-2004

Gráfico 16: Casos masculinos por droga de abuso
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 530
Período 2002-2004

4.3.- Distribución de pacientes asistidos por sustancia por período de consulta

El gráfico 17 amerita algunos comentarios. En este punto se hace necesaria una breve referencia a la historia del Centro Carlos Gardel y algunas viciscitudes institucionales que atravesó. Como señalamos en la introducción, el centro fue creado en el año 1994 y se le asignó como espacio de funcionamiento un local perteneciente a la Dirección General de la Mujer de la Secretaría de Desarrollo Social, GCBA. Esto se llevó a cabo mediante la firma de un convenio marco entre esa instancia y la Secretaría de Salud. Diversos avatares desembocaron en el traslado del centro a fines del año 1997 sin la asignación correspondiente de un lugar definitivo. La consecuencia de lo expuesto tuvo como resultado la disminución de la capacidad asistencial que redujo sustancialmente el volúmen de la admisión de nuevos pacientes. Pero además, la reducción no solo fue cuantitativa sino cualitativa, ya que el centro tuvo que suspender, por razones de falta de epacio, diferentes actividades terapéuticas que brindaba, -especialmente en lo que atañe a las grupales y comunitarias- limitando las prestaciones a la atención individual. A fines del año 2003 se dan nuevamente las condicones para que el centro vuelva a funcionar en el local originario. Es recién en el transcurso de este año cuando se hace posible retomar las actividades grupales y aumentar la capacidad de recepción y admisión de un mayor número de casos. Esto, se refleja notablemente en un incremento significativo de consultas a partir del 1° semestre de 2004 y que se sostiene hasta un punto máximo que va declinando, - observable históricamente hacia la época estival- hacia fin del año caledario.

Por otra parte, proponemos otra hipótesis que, pensamos, contribuyó también al aumento de la demanda asistencial en ese período. Durante el año 2004 el Centro Carlos Gardel participó en sendos proyectos internacionales, - pero también en jornadas y mesas redondas en nuestra ciudad que difundieron sus actividades y propiciaron la demanda- , que han contribuido a ubicarlo como referente en el campo de las drogadependencias en el ámbito de la salud pública. Se trata de un proyecto llevado a cabo en el marco del Fondo Global para lucha contra el SIDA, la TBC y la Malaria, coordinado y administrado por el Porgrama de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) sobre “Prevención de la transmisión del VIH-SIDA en usuarios de drogas” y del proyecto “Incorporación de buenas prácticas en las políicas locales en drogadependencias” del Programa URBAL de la Unión Europea para América Latina.

El gráfico en sí nos muestra en ese período un significativo aumento de la consultas debidas al consumo de alcohol, y en segundo término las debidas al consumo de cocaína y en tercer término marihuana, - que en cierto momento coinciden y se cruzan- . Pero hay un dato más, que no es menor; se observa un incipiente aumento en las consultas por consumo de pasta base, residuo que se obtiene en el proceso de elaboración de la cocaína pero que es muchísimo más tóxica y adictiva que aquella además que su vía de admisnistración es la fumada. Se la usa por su costo, mucho más bajo que el de la cocaína y podríamos plantear que se trata de la droga de la población más vulnerable en términos de riesgo y a consecuencia de la crisis económica y social de 2001-2002 ( muchas de las personas que consumían cocaína antes de la crisis comenzaron a utilizar la pasta base por razones de asequibilidad económica).

Gráfico 17: Casos totales de consultas por sustancia por período
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

4.4.- Distribución de pacientes asistidos por vía de administración de la sustancia

En relación a la vía de incorporación de la sustancia, hay que aclarar, en primer lugar, que se grafica sólo la principal modalidad de consumo. Si recordamos el 57 % de policonsumo de sustancias que aparecía en los registros del Centro Carlos Gardel, nos será fácil advertir que también en este punto encontraremos superposición de indicadores (ver Gráfico 18). Las tres principales vías de administración de las sustancias son la oral (alcohol y psicofármacos) con el 34,14 %, la fumada (marihuana, pasta base y tabaco) con casi el 33,08 % y la “aspirada” (cocaína) con el 32,18 %, distribuidas casi en tercios, y alcanzando la suma de las tres el 99 % del total. Un dato a destacar es que verificamos una caída en los registros correspondientes a la modalidad de consumo (sobre todo de cocaína) por vía endovenosa, prácticamente inexistente en las consultas.

Gráfico 18: Casos totales de consultas por vía de administración de la sustancia (porcentajes)
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

4.5.- Distribución de pacientes asistidos por frecuencia de consumo

Cuando analizamos la periodicidad del consumo de los usuarios de drogas que contactan con el Centro Carlos Gardel, apreciamos que la frecuencia de consumo de aquellos que hacen uso de las drogas varias veces por semana (38 %), diariamente (20 %) o una vez por semana (19 %) representa más del 75 % del total de las consultas (ver Gráfico 19). Es importante destacar que la presencia de quienes hacen un uso reiterado varias veces por día desciende en consonancia con el uso de drogas por vía parenteral, quedando relegada a alrededor de un 5 % de los casos. Creemos que estos porcentajes están directamente relacionados con las fuentes de donde extraemos nuestros datos, ya que prácticamente sólo el consumo compulsivo, asiduo y reiterado se torna un problema o un padecimiento para quien hace uso de sustancias psicoactivas, moviéndolo a la consulta. Es baja la demanda de quienes consumes drogas con una frecuencia esporádica, y generalmente está sostenida por un familiar directo ( terceros).

Gráfico 19: Casos totales de consultas por frecuencia del consumo (porcentajes)
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

Gráfico 20: Casos totales de consultas por frecuencia del consumo por sexo
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

4.6.- Distribución de pacientes asistidos por edad de inicio en el consumo

Otra de las variables incorporadas en el presente estudio es la de edad de inicio en el consumo. La franja etárea que va desde los últimos años de la primaria y el principio de la secundaria hasta los 19 años es la que concentra la gran mayoría de los casos aquí analizados, casi un 70 % de la muestra. Los 14 años son la edad en la que se registra el mayor número de casos; siendo la adolescencia –en general- la etapa en la que se registra la mayoría de los inicios en el consumo de sustancias psicoactivas. Asimismo, también se verifican casi en un tercio del gráfico quienes se inician en el consumo entre los 20 y los treinta años (ver Gráfico 21).

Un dato significativo en relación a la edad de inicio en el consumo es aquel que da cuenta de la participación mayoritaria de las mujeres a partir de los 35 años que, aunque es la porción menos significativa de quienes consultan al Centro Carlos Gardel (ver Gráfico 22), pasan a superar a los hombres y a invertir dicha relación a medida que aumenta la edad de consulta.

Gráfico 21: Casos totales de consultas por edad de inicio en el consumo (porcentajes)
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

Gráfico 22: Casos totales de consultas por edad de inicio en el consumo por sexo
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

4.7.- Distribución de pacientes asistidos por relación con el tóxico

Veamos la relación con el tóxico de los usuarios de drogas que contactan con nuestra institución. Dada la profusión de conceptos, categorías y variables que se han venido diseminando en los medios académicos y profesionales, optamos por una de las más simples clasificaciones de la relación que un sujeto puede tener con una sustancia psicoactiva. Es la que separa los campos del uso, el abuso y la dependencia (Cf. Criterios diagnósticos del DSMIV).

Para esta clasificación, el uso es el consumo esporádico y circunstancial de una droga, que en nuestra muestra llega al 23 % de los casos.

El abuso se establece cuando el consumo se reitera para una misma droga en similares o diferentes situaciones, - hay aumento de la fecuencia y/o de las dosis- , o cuando se recurre a diferentes drogas; corresponde a la porción mayoritaria de los casos (61 %) de quienes consultan en el Centro Carlos Gardel.

La dependencia se caracteriza por una adaptación psicológica, fisiológica y bioquímica; que corresponde tan sólo al 16 % de la demanda a los servicios del centro. La dependencia física es el estado de adaptación del organismo que se caracteriza por la reiteración del consumo para evitar malestares físicos que ocasiona la falta de la sustancia en el organismo. Mientras que la dependencia psíquica es la compulsión a repetir el consumo de una sustancia psicoactiva para sentir placer o evitar el displacer que produce la carencia de la droga (ver Gráfico 23). En rigor, el término drogadicción corresponde solamente si existe dependencia.

Cuando indagamos acerca de la relación con el tóxico de quienes consultan en función de la sustancia consumida, vemos que dentro de las tres sustancias más consumidas (alcohol, cocaína y marihuana) la sustancia que presenta las relaciones más dificultosas para los usuarios de drogas es el alcohol, seguido por la cocaína y apareciendo la marihuana dentro de este conjunto como la sustancia que menores problemas plantea en términos de dependencia (ver Gráfico 24).

Gráfico 23: Casos totales de consultas por relación con el tóxico (porcentajes)
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

Gráfico 24: Casos totales de consultas por relación con el tóxico por sustancia
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

4.8.- Distribución de pacientes asistidos que presentan policonsumo por sustancias combinadas

Casi la mitad de los pacientes (48 %) que refieren policonsumo de sustancias suelen mezclar, - o combinar- , de un modo sistemático el alcohol, con la cocaína y la marihuana más otras sustancias. Otro 22 % señala que acostumbra mezclar el alcohol, con la cocaína y la marihuana. La combinación tan extendida a principios de los 90 entre los usuarios de drogas de alcohol y marihuana es referida por el 17 % de los casos que presentan policonsumo (ver Gráfico 25).

Gráfico 25: Casos totales de consultas por combinatoria de sustancias
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

4.9.- Distribución de pacientes asistidos por casos VIH +

Una de las preocupaciones centrales en los últimos años es la constituída por la necesidad de contar con dispositivos preventivos y asistenciales que nos permitan contactar con la población de usuarios de drogas más marginalizada: y entre ellos, la de los usuarios de drogas por vía intravenosa (UDI´s). Sabemos por el Programa Nacional de Lucha contra los Retrovirus del Humano y SIDA la enorme incidencia que los UDI´s han tenido en el conjunto de casos de enfermos de SIDA notificados al Ministerio de Salud de la Nación desde el inicio de la epidemia en nuestro país. Lo mismo podemos decir en relación a la información recogida y sistematizada por la Coordinación SIDA de la Secretaría de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Esta última edita regularmente Infosida, donde presenta información epidemiológica del distrito, se relatan experiencias de trabajo en el área -tanto de los organismos gubernamentales como de los no gubernamentales- y se publican columnas y artículos de reflexión teórico-crítica. En su último número, al analizar las vías de transmisión en el total de los casos, Infosida informa que la principal vía de transmisión se da en personas con antecedentes de uso de drogas por vía inyectable, tanto en residentes como en los no residentes atendidos en la ciudad. Esto es, el 34,7 % de los 13.617 casos notificados desde el inicio de la epidemia hasta fines de agosto del 2004. También destaca un marcado descenso en los casos de sida vinculados al uso de drogas por vía inyectable, mientras que observa una tendencia ascendente de la vía heterosexual y una estabilización en la proporción de casos ligados a hombres que tienen sexo con hombres.

Sin embargo, aunque se mantenga la tendencia decreciente en la participación de los casos de sida vinculados al uso de drogas por vía inyectable, lo cierto es que esta sigue siendo muy significativa. Así, vemos que aunque su punto más alto se dio en 1995 con el 44,2 % del total de los casos sida notificados a Nación desde el distrito (ver Cuadro 6 y Gráfico 26), a fines del 2004 la presencia de UDIs en la distribución total de los mismos ronda el 20 %, representando a aquella porción de la población que menos contacto tiene y más invisibilizada está en relación al sistema de salud público y privado.

Esto es algo que también verificamos desde nuestra práctica asistencial en el Centro Carlos Gardel, en donde los pacientes que refieren antecedentes de consumo de drogas por vía parenteral representan tan sólo al 4 % % del total de los casos asistidos (ver Gráfico 27), mientras que los que refieren como vía de administración actual de la droga la vía intravenosa no llegan al 1% de los casos asistidos (ver Gráfico18).

La falta de correspondencia entre la incidencia de los UDIs en la proliferación de la epidemia de VIH-SIDA en la Ciudad de Buenos Aires y los que contactan con los dispositivos asistenciales específicos como el nuestro nos lleva a pensar en la necesidad de diseñar y poner en funcionamiento desde la Coordinación del Programa de Prevención, Asistencia y Reinserción Social en Drogadependencia de la Dirección de Salud Mental acciones que permitan ir al encuentro de esta población y ofertarle distintas alternativas de acceso al sistema de salud pública y políticas activas de inclusión socio sanitaria. Algo que indispensablemente debe ser concebido desde la articulación transversal de distintos recursos y dispositivos de las diferentes jurisdicciones del Gobierno de la Ciudad que están atravesadas por esta problemática.

Cuadro 6: Casos totales de SIDA notificados a Nación. Vías de transmisión en porcentajes por año de diagnóstico.


Fuente: Infosida Nº 4, Coordinación SIDA – Secretaría de Salud – GCBA
Período 1983-2004

Gráfico 26: Casos totales de SIDA notificados a Nación. Vías de transmisión en porcentajes por año de diagnóstico.
Fuente: Infosida Nº 4, Coordinación SIDA – Secretaría de Salud – GCBA
Período 1983-2004

Gráfico 27: Casos totales de usuarios de drogas por casos VIH + (porcentajes)
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

5.- Características del contacto con el sistema de salud de los pacientes asistidos en el Centro Carlos Gardel

5.1.- Distribución de pacientes asistidos por modo de ingreso al sistema de salud
Mayoritariamente, en un 50 % de los casos aquí considerados, los usuarios de drogas que son asistidos en el Centro Carlos Gardel concurren a la primera consulta de manera voluntaria o acompañados por un familiar o amigo (ver Cuadro 7 y Gráfico 28). Casi una cuarta parte de ellos lo hace por indicación profesional. Mientras que sólo el 7 % lo hace derivado por la justicia. Esto no coincide con los datos aportados por el Primer Estudio Nacional en Pacientes en Centros de Tratamiento, Argentina – 2004 (ver Cuadro 8), en donde los pacientes derivados por la justicia representan más de una cuarta parte de la muestra.

Cuadro 7: Casos totales de consultas según modalidad de acceso al sistema de salud

Cómo llegó a la consulta
Porcentaje
Voluntariamente                             20 %
Familiar/amigo                                  30 %
Por indicación profesional                  24 %
Por indicación judicial                         7 %
Otros                                               19 %

Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

Cuadro 8: Cómo acudieron al tratamiento (porcentaje)

Cómo acudieron al tratamiento
Porcentaje
Voluntariamente
27.2 %
Presionado por amigo(s) o familiar(es)
24.5 %
Por indicación médica
11.0 %
Por indicación académica
8.4 %
Por indicación legal
26.9 %
Por presión laboral
0.8 %
Otros
1.1 %

Fuente: Primer Estudio Nacional en Pacientes en Centros de Tratamiento, Argentina – 2004, SEDRONAR
Casos: 146.666 (3.175 sin información)
Período: 2004

Gráfico 28: Casos totales de consultas según modalidad de acceso al sistema de salud
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

5.2.- Distribución de pacientes asistidos según semestre
El Gráfico 29 se corresponde a lo que ya hemos comentado en detalle a propósito del Gráfico 17: las situaciones institucionales que tuvieron como consecuencia una reducción de la capacidad asistencial del centro por la disminución de los recursos físicos y la nuevas posibilidades que se presentaron para obtener más espacio. Se trata aquí de observar en el Gráfico cómo la posibilidad de contar con más lugar ( consutorios) aumentó la capacidad de recepción de nuevos casos respondiendo a la demanda de atención. Esto se constató durante el primer semestre de 2004

Gráfico 29: Casos totales de consultas según semestre
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

5.3.- Distribución pacientes asistidos por antecedentes de tratamiento Por otra parte, cuando analizamos qué porcentaje de la población asistida en la actualidad ha realizado un tratamiento anterior, observamos que el 58 % no cuenta con este tipo de antecedente (ver Gráfico 30 y Gráfico 31). En este punto se da una coincidencia casi total con los datos recogidos sobre la cantidad de veces que estuvieron en tratamiento en el último año los pacientes analizados en el Primer Estudio Nacional en Pacientes en Centros de Tratamiento, Argentina – 2004 (ver Cuadro 9), donde se discrimina además si se trata de pacientes que tuvieron uno o más de un tratamiento previo.

Gráfico 30: Casos totales de consultas por antecedentes de tratamiento (porcentajes)
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

Gráfico 31: Casos totales de consultas por tipo y antecedentes de tratamiento por sexo
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

Cuadro 9: Cantidad de veces que estuvo en tratamiento en el último año (porcentaje)

Veces que estuvo en tratamiento
Porcentaje
Nunca
57.7 %
Una vez
29.2 %
Varias veces
13.1 %


Fuente: Primer Estudio Nacional en Pacientes en Centros de Tratamiento, Argentina – 2004, SEDRONAR
Casos: 146.905 (2.036 sin información)
Período: 2004

5.4.- Distribución de usuarios de drogas por tratamiento indicado

Al evaluar la derivación a tratamiento de la población asistida en el Centro Carlos Gardel vemos que en su gran mayoría (83 %) lo son a modalidades de tipo ambulatorio (ver Gráfico 32). Por otra parte, un porcentaje significativamente menor (8%) pasa a ser atendido en los hospitales de día de la red de salud mental, y corresponde comentar que se trata de aquellos casos en que predomina un componente psiquiátrico importante, - psicosis descompensadas- , y donde el consumo de drogas es un dato menor. Por último, cabe señalar que sólo el 6 % es derivado a un tratamiento con modalidad de internación.

La significativa diferencia que se presenta al comparar la indicación de tratamiento que se hace en el Centro Carlos Gardel con la que resulta del Primer Estudio Nacional en Pacientes en Centros de Tratamiento, Argentina – 2004 (ver Cuadro 10), en donde la indicación de internación es casi cuatro veces mayor, puede deberse a que el estudio realizado por la SEDRONAR se centró en los “dispositivos terapéuticos, privados, religiosos u otros que separan al paciente, cualesquiera sea su edad, de su contexto cotidiano de vida” –tal como se consigna en el capítulo referido a la metodología aplicada en la investigación-. La mayoría de esos dispositivos asistenciales, -a diferencia de los efectores de la Red Metropolitana de Servicios en Adicciones de la que el Centro Carlos Gardel forma parte- , fueron diseñados en estrecha vinculación con la ideología prohibicionista que atraviesa la legislación nacional en la materia, la que ha teñido fuertemente, - por no decir determinado- , desde la sanción de la Ley 23.737 las modalidades asistenciales bajo el ideal del abstencionismo en el consumo y la reclusión y pérdida de lazo del paciente con su propio medio, a veces con medios lesivos de la dignidad humana. Cabe agregar, que todavía en la actualidad, se considera que las drogadependencias tienen un único tratamiento: la internación. Si bien esto es necesario en muchos casos, no se trata de una indicación universal ni mucho menos. Además, este argumento no tiene ninguna fundamentación cinetífica, se basa solamente en una ideología.

Gráfico 32: Casos totales de usuarios de drogas por tratamiento indicado (porcentajes)
Fuente: Centro Carlos Gardel
Casos: 662
Período 2002-2004

Cuadro 10: Tipos de tratamiento que reciben los pacientes (porcentaje)

Tipos de tratamiento
Porcentaje
Ambulatorio
64.0 %
Semi-residencial
4.8 %
Residencial
22.3 %
Grupo de Autoayuda
6.1 %
Otro
2.7 %

Fuente: Primer Estudio Nacional en Pacientes en Centros de Tratamiento, Argentina – 2004, SEDRONAR
Casos: 148.377 (1.464 sin información)
Período: 2004

6.- Conclusiones

De acuerdo al análisis de los datos presentados estamos en condiciones de plantear que en la población que consume drogas y/o alcohol que consulta en el Centro Carlos Gardel el perfil epidemiológico es el siguiente. Se trata mayoritariamente de varones (80%), de los cuales más de la mitad son solteros (58%) y menores de 35 años en la mayoría de los casos ( 72 %), es decir jóvenes y adultos jóvenes, con un nivel de instrucción que va de la educación primaria completa a la terciaria completa ( 90% de los casos), que residen en la ciudad de Buenos Aires (84%), de los cuales casi un tercio cuenta con un trabajo estable (31%), un cuarto se encuentra sub ocupado (24%) y casi un tercio está desocupado (30%), de los cuales un 10% estudia, que más de la mitad viven con sus padres, - familia de orígen – , (55%), que iniciaron su consumo con marihuana (48%), o alcohol (35%) o cocaína (15%), que al momento de la consulta tienen problemas relacionados con el consumo de cocaína (32%), alcohol (29%), marihuana (25%) o pasta base (7%), pero que más de la mitad consume más de una sustancia psicoactiva, es decir que se trata de policonsumidores (57,4%), -con diferencias entre varones y mujeres- , que utilizan como principales vías de administración: la vía oral ( alcohol, psicofármacos) en un 34,14%, la fumada ( marihuana, pasta base, tabaco) en un 33,08% y la aspirada ( cocaína) en el 32,18%, con una frecuencia ( periodicidad entre las dosis) de varias veces por semana ( 38%), una vez por semana (19%) o diariamente (20%), en que en el 70% de casos han comenzado a consumir drogas en la adolescencia ( 14-19 años), que en el 23% de casos hacen uso ( experimentación), en el 61% tienen una relación de abuso con la sustancia y en el 16% de casos son dependientes. En el 48% de los casos suelen consumir más de 3 sustancias ( alcohol, cocaína, marihuana, y otra), un 22% combina alcohol, marihuana y cocaína, y un 17% combina marihuana y alcohol. En el 38% de los casos ignoran su serología VIH, - nunca se han efectuado un análisis- , y en un 58% son seronegativos para VIH. Solamente un 4% de los pacientes asistidos sabe que es VIH positivo. La mitad de las consultas son espontáneas ( voluntarias) por recomendación de un amigo, conocido o acompañados por famliares ( 50%), 25% concurren derivados por un profesional y el 7% procede de la justicia por la medida de seguridad curativa (tratamiento) de la Ley 23737. En el 58% de los casos no han realizado ningún tratamiento previo por problemas relacionados con el consumo de drogas y en un 40% tienen antecedentes de tratamiento/s. Por último, en el 83% de los casos se indica tratamiento ambulatorio; solo en el 6% de los casos se indica internación.

Si bien la sustancia por la cual más se consulta es la cocaína, existen diferencias importantes entre varones y mujeres. En estas últimas predominan las consultas por consumo de alcohol y la edad de comienzo se ubica alrededor de los 35 años en las mayoría de las mujeres asistidas, - bastante más tarde que en los varones- .

Por otra parte, los datos ofrecidos muestran el tiempo que transcurre entre la edad de inicio del consumo y la primera consulta, - a veces de varios años- , lo cual reafirma una vez más la necesidad de diseñar e implementar programas preventivos para preadolescentes, adolescentes y docentes articulados a las currículas escolares, especialmente en educación para la salud o prevención educativa en materia de abuso y dependencia a las drogas y alcohol pero también en enfoques de prevención inespecífica con otros temas como VIH, violencia, etc. Deben incluir las sustancias legales e ilegales, ser participativos e integrar a los estudiantes en su diseño, consignas y códigos comunicacionales. Es importante acentuar que nos referimos a actividades programáticas y regulares, que se encuentren incorporadas a la enseñanza. La experiencia en otros países nos indica que las intervenciones preventivas coyunturales y aisladas no obtienen ningún resultado.

Los casos asistidos en el Centro Carlos Gardel de consumo de pasta base, -que muestran una curva ascendente- , provienen de una población de alta vulnerabilidad social y sanitaria con poca accesibilidad al sistema de salud. Requieren, a nuestro criterio, modalidades de tratamiento que brinden mayor sostén y contención en lo que respecta a las carencias sociales, económicas y educativas. Se necesita crear instancias de tratamiento que se ocupen de estos aspectos para que un tratamiento sea posible.

Vemos en nuestros datos que las consultas por consumo de pegamentos y afines, - los solventes volátiles- , ( inhalables) son prácticamente inexistentes. Esta población tampoco accede al sistema de salud, y tiene características similares a las descriptas en el párrafo anterior. También requieren de modalidades de abordaje no solo sanitario sino social.

El uso de estimulantes de tipo anfetamíco (ETA) como el llamado “éxtasis”, -el MDMA - , tampoco está presente en las consultas que recibimos. Si bien se trata de una droga sintética de las denominadas de ocio o de diversión, - consumida en discotecas- , y con un uso difundido entre los jóvenes en situaciones de fiesta no contamos con demanda de esos consumidores. Esta sustancia, ilegal, muchas veces “cortada” en el mercado negro ( adulterada, mezclada) con otras sustancias de menor valor económico, pero muy tóxicas como la anfetamina, puede producir intoxicaciones graves o sobredosis. Consideramos necesario implementar programas preventivos en esos contextos.

Observamos que no existe demanda por consumo de tabaco en los datos registrados. Pensamos que más allá de las campañas antitabaco y la nueva legislación que entrará en vigencia en el 2006 los programas preventivos en el ámbito educativo, como ya señalamos, son herramientas indispensables.

Las consultas por consumo de psicofármacos ( benzodiacepinas principalmente) son acotadas y prácticamente mínimas a pesar del uso difundido y generalizado de estos fármacos especialmente en la población femenina. En suma, no aparecen como motivo de consulta pero se constata su utilización en las entrevistas de admisión.

Por último, en base a la experiencia del Centro Carlos Gardel, la única instancia pública de estas características en el área de la Secretaría de Salud, nos permite subrayar la importancia de contar con más centros y servicios de atención para los problemas vinculados al uso de drogas y alcohol, limitados y escasos en la ciudad de Buenos Aires, frente a un problema de salud pública que requiere respuestas institucionales coherentes y que concita preocupación y alarma social en la población y en los profesionales de los equipos de salud .