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INTRODUCCIÓN

Considerando que el  objetivo primordial de la Osteopatía es lograr la mayor especificidad en la detección de las alteraciones corporales, es relevante dilucidar el origen de las diversas disfunciones

En este trabajo se desarrolla la posibilidad de aportar un componente clínico  para identificar las disfunciones iliosacras en forma práctica, como procedimiento complementario de los métodos evaluatorios tradicionales.

Se realiza un estudio descriptivo transversal observacional a doble ciego.  Las muestras se toman en forma aleatoria sistémica, incluyendo 44 pacientes.

Las tablas recopilativas aportan datos concretos para una estadística descriptiva, con los intervalos de confianza correspondientes.

Es básico el concepto de la Osteopatía de que la estructura gobierna la función, sin desconocer que la función mantiene la conformación de la estructura. Por lo que se comprende que para poder realizar la función una determinada región debe existir un sistema osteoarticular adecuado, con aferencias y eferencias neurofisiológicas normales. (1)

Estos conceptos determinan que la biomecánica estática y dinámica del hombre requiere para el desarrollo normal un equilibrio de las estructuras corporales. (2)

El objetivo del tratamiento osteopático es lograr el ordenamiento de las estructuras, buscando las causas de los desequilibrios a través del completo conocimiento de la biomecánica normal. (3)

La cintura pelviana no es una pieza ósea unificada, sino un conjunto osteoarticular, que une el tronco con los miembros inferiores, que requiere de características antagónicas, solidez (para soportar el peso de cabeza, tronco y miembros superiores) y flexibilidad (para adaptase a los movimientos inducidos por el tronco y los miembros inferiores).(4)  Esto determina que esta región está influenciada por diversas tracciones y presiones durante las diversas solicitaciones biomecánicas. La solidez la aporta un potente sistema ligamentario y la  flexibilidad necesaria la proveen las articulaciones sacroilíacas con micromovimientos. Estas articulaciones al adaptar los movimientos de tronco y miembros inferiores son articulaciones de amortiguación. (5)

Las articulaciones sacroilíacas no pueden moverse aisladamente,  individualmente, en forma independiente de otras regiones, pero la movilidad es permanente adaptándose a las diversas acciones corporales. (6)

El movimiento es inducido por cadenas miofasciales ascendentes y descendentes, que adaptan biomecanicamente la pelvis a los diversos requerimientos. Por lo que estas cadenas conformadas por tejido muscular y conectivo también pueden transmitir tracciones anómalas que determinan disfunciones iliosacras o sacroilíacas. (7)

Al referirse a las disfunciones de la articulación sacroilíaca se debe clarificar si la hipomovilidad la determina la fijación del ilíaco en relación al sacro (disfunción iliosacra) o del sacro en relación con el ilíaco (disfunción sacroilíaca). (5)

Es sumamente importante poder identificar específicamente cual es la alteración biomecánica, ya que puede ser provocada por cadenas lesionales diferentes (ascendentes o descendentes), por lo que el abordaje de tratamiento debe ser el adecuado, acorde a la biomecánica lesional. Por esta razón se considera que todo elemento que colabore a la evaluación pelviana es de utilidad para el osteópata.

En las disfunciones iliosacras siempre están implicados los músculos psoas e ilíaco, ya que en las rotaciones postero-externas tiene un papel protagónico la porción que se inserta en el raquis lumbar (psoas, de dirección oblicua de arriba hacia abajo, de atrás adelante y de adentro-afuera), mientras que en las rotaciones antero-internas lo tiene la porción que se inserta en la fosa ilíaca (ilíaco, de dirección oblicua de arriba hacia abajo, de atrás adelante y de afuera-adentro). (8)

El tendón terminal de este conjunto muscular recibe los fascículos internos (pertenecientes al psoas) que siguen un trayecto oblicuo hacia fuera, mientras que los externos (pertenecientes al ilíaco) el trayecto es oblicuo hacia adentro. El tendón terminal se incurva sobre la articulación coxofemoral (separado por una bolsa serosa) cambiando la dirección, ya que se dirige hacia abajo, hacia fuera y hacia atrás para insertarse en la cara posterior del trocánter menor (se continúa en forma intraósea por las fibras de Sharphey). (9)  (10)

Al conjunto de estos fascículos Travell y Simons lo denomina como un “pícaro oculto” dado que actúa en numerosas funciones importantes y que frecuentemente en disfunciones es origen de sintomatología importante. (11)

 

El psoas para cumplir la función principal, que es la flexión de cadera, puede tomar punto fijo lumbar o femoral.

Tomando punto fijo lumbar produce la flexión de cadera como parte de la cadena recta anterior, por lo que se aúna con el recto anterior del abdomen para llevar a la convergencia de los cuerpos vertebrales lumbares. Produce de esta manera cifosis lumbar con inclinación homolateral, con respecto a la rotación queda equilibrada por la inserción en la apófisis espinosa de los fascículos del dorsal ancho. (12)

Tomando punto fijo femoral produce lordosis lumbar por aunarse a la cadena recta posterior. Con el sujeto de pie colabora en el mantenimiento de la postura erguida. (11)

El músculo ilíaco comienza la flexión de cadera, por la dirección de sus fibras cortas, luego lo releva el psoas. (12)

La rotación femoral que produce este conjunto muscular ha sido un tema controvertido por diversos autores. Ya que si bien la inserción en el trocánter menor (que está ubicado en un plano óseo posterior) produce a la contracción una rotación externa, como el tendón terminal se refleja sobre la cabeza femoral (separado por una bolsa serosa) produce sobre ella una retropulsión, por consiguiente una rotación interna femoral. Esto varía con los grados de flexión de cadera, dado que cuando ésta aumenta el tendón ya no se enrolla alrededor de la cabeza y produce claramente una rotación externa. (13)

Con respecto a las rotaciones ilíacas los músculos psoase ilíaco también actúan antagónicamente. (14)  El psoas, generalmente en las disfunciones, por actuar sobre articulaciones vertebrales y coxofemoral, forma una arco de medio punto y participa de la cadena recta anterior, funcional de flexión, induciendo el hueso ilíaco a la rotación posterior. (15)

El ilíaco, en las disfunciones, actúa no sólo sobre la coxofemoral, también se aúna a la cadena recta funcional de flexión, pero toma punto fijo en el trocánter menor induciendo al hueso ilíaco a la rotación anterior. (16)

 Por lo que en las disfunciones iliosacras el tendón de inserción en trocánter menor está sujeto a tracciones anómalas (12) que producen un estímulo nociceptivo en el periostio y en las fibras de Sharpey. Esto determina una disminución del umbral de dolor, por consiguiente un aumento de sensibilidad dolorosa sobre el trocánter menor.

 

Fig. 1. Interrelaciones de las estructuras de las estructuras miofasciales. CD-ROM  Atlas Netter

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