Andrés de Laguna (s. XVI)

Nacido en Segovia, traductor de Galeno y médico de Carlos V y de varios papas, fue el traductor y recopilador a la lengua castellana del códice de Dioscórides.

El Dioscórides de Andrés de Laguna se imprimió inicialmente en Amberes en 1555, después de su muerte, en Salamanca. El título de su obra fue: “Pedacio Dioscórides Anazerbeo, Acerca de la Materia Medicinal, y de los Venenos Mortíferos, Traduzido de Lengua Griega, en la Vulgar Castellana, e Ilustrada con Claras y Substantiales Annotationes, y con las Figuras de Innumeras Plantas Exquisitas y Raras, por el Doctor Andrés de Laguna, Médico de Iulio III: Pont. Max.”.

A su vez, el Libro de los Venenos reza de la siguiente manera: “Libro Sexto de Pedacio Dioscórides Anazarbeo, Acerca de los Venenos Mortíferos, y de las Fieras que Arrojan de sí Ponzoña, Traduzido de la Lengua Griega en la Vulgar Castellana, e Ilustrado con Succintas Annotationes, por el Doctor Andrés de Laguna, Médico de Iulio III. Pont. Max.”

Aportó a la clasificación de los venenos según los reinos animal, vegetal y mineral; la subclasificación dentro de los animales venenosos a los que eran mortíferos al hacer de ellos alimento, y otros que mataban a través de su ponzoña.

Desarrolló también conceptos sobre la absorción percutánea cuando se refirió a los minerales que ”...tienen facultad venenosa aquellos que no solo comidos o bebidos, sino aplicados con algún licor por de fuera, corroen y arruinan la constitución y substancia de cualquier parte humana, como hacen el solimán, el oropimente y la sanderaca”.

Algunos de sus pasajes:

Del azogue (Libro V, cap. LXIX).

"El azogue se hace de aquella suerte de Minio, que se llama impropiamente Cinabrio: y la manera de hazerle es aquesta. En una caçuela de barro se mete una cuenca de hierro, que dentro de si tenga el Minio: y cubre aquesta cuenca con una olluela muy bien embarrada con greda. Hecho esto ponen brsa debaxo de la caçuela: y despues raen aquel hollin que alçandose de la cuenca, se recoge y apega a la dicha olluela: el qual en siendo resfriado, se congela en azogue. Hallase tambien el azogue cuajado en los techos de las mineras a do se cana la plata, y pendiente como gotera. Algunos dizen, que se halla puro, y por si, en sus propias minas. Guardase en vasos de vidrio, o de plomo, o de estaño, o de plata. Porque los de qualquiera otra materia como y traspassa. Bevido el azogue es mortifero: por quanto con su peso desgarra los interiores miembros. Empero el remedio contra su daño es mucha leche bebida, y despues gomitada: o el vino de axenxios, o el cozimiento del Apio, o la simiente del Ormino, o el oregano, o el hyssopo bevido con vino. Assi mesmo la limadura del Oro bebida, socorre a los que bevieron azogue".

Del açufre (Libro V, cap. LXXXII).

"Hase de tener por excellentissimo açufre, el que por no haver experimentado el fuego, tiene por otro nombre Apyro: el de color relumbrante, el luzio y trnsparente: y finalmente el limpio de pedrezuelas. Empero del que ya passo por el fuego, aquel debe ser preferido a los otros, que se muestra verde y muy grasso. Engendrase gran copia del, en Melo, y en Lipara. El Açufre arriba dicho, calienta, resuelve, y madura con gran celeridad. Sorvido en un huevo, y administrado en forma de sahumerio, sirve a los tossigosos, a los asmaticos y a los que tienen materia congregada en el pecho: demas desto con su humo, arranca las criaturas del vientre. Mezclado con Terebintina, castra los empeynes, mundifica las asperezas del cuero, y extirpa las uñas dañadas. Aplicado con vinagre, tambien el cuero sarnoso es util, y deshaze los Aluarazos. Aplicandose con resina, sana las puncturas del escorpion: y con vinagre, no solo aquellas, empero tambien las del dragon marino. Cessa la comezon que sale por todo el cuerpo, fregandole con el y con nitro los miembros. Polvoreado en quantidad de una cucharada sobre la frente, o sorvido con un huevo blando, tiene fuerça de repurgar la ictericia, y es util al romadizo, y catarro. Echado sobre el cuerpo su polvo, reprime el sudor. Deshecho con nitro, y con agua, se aplica utilmente a la gota. Su humo recebido en los oydos por una caña, sana la sordedad. Revoca tambien su sahumerio los opressos de lethargia. Restaña el açufre toda effusionde sangre, y encorporado con myrra, y con vino, sana las orejas contusas, y aporreadas".

En tiempos de Felipe II y por su mandato, se crearon varios jardines de recreo. Los muros, como en el caso del trazado en Valsaín, se tapizaban con jazmines y rosales, los setos se hacían de boj, mirto y taray, y las plantas que se ponían, alternaban siguiendo el cambio de las estaciones.

Pero Andrés de Laguna, que había estudiado en muchos jardines botánicos italianos, pidió a Felipe II que creara alguno en España, sustentado con estipendios reales. El monarca, tan atento al consejo como preocupado por su salud, acometió su realización en Aranjuez y en Madrid. Estos jardines acogían todas las yerbas y plantas medicinales, peregrinas, extraordinarias y necesarias que se pudieren hallar, y con ellas se hacían preparados de especies medicinales, aromáticas, condimentarias y florales.

La débil frontera que en el pasado separaba la Medicina de la Farmacopea y aún de la Botánica, hizo que Andrés de Laguna, contribuyera al progreso de estas últimas ciencias hasta el punto de haber sido considerado “creador de la Farmacognosia” -conocimiento de las propiedades terapéuticas de animales, vegetales y minerales-, con sus estudios sobre los principios medicinales de más de seiscientas plantas que describió y clasificó, señalando diferencias entre especies y variedades. El trabajo se completa con el dibujo de las plantas y sus nombres en griego, latín, árabe, castellano, catalán, portugués, francés, italiano, tudesco (alemán) y bárbaro (el usado en las boticas, donde, según escribió, se prevarica y corrompe todo antiguo vocablo), lo que ayuda a su identificación, y aún con recetas para la obtención de compuestos, como la crema odorífera o el jarabe de rosas.

 

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http://www.aboca.it/

Gamoneda Antonio. Libro de los venenos.1995. Siruela ediciones. España. p. 13, 34, 88, 115

centros5.pntic.mec.es/andres.laguna/ exposici.htm

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